Ayer, 24 de agosto, me enteré de la repentina muerte de un director único: Satoshi Kon.
Sin lugar a dudas el thriller psicológico que es Perfect Blue es digno de cualquier pantalla grande y merece ser apreciado no sólo por haber sido un logro como historia, sino por haber sido el primer intento exitoso de un largometraje de esa naturaleza hecho enteramente sobre mesas de dibujo.
El genio de este hombre sólo le permitió dirigir cuatro películas y una serie de televisión, pero la cinta que deja inconclusa también verá la luz, ahora que su viuda se ha hecho cargo de finalizar la producción; estoy seguro de que será un digno tributo a un maestro que se fue demasiado joven, como tantos otros.
12 de octubre, 1963 - 24 de agosto, 2010
Lobo.
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