jueves, 18 de septiembre de 2008

Iron Man (2008)

Si The Dark Knight fue la película del año en este género, entonces Iron Man le siguió muy de cerca; no me refiero a la cantidad de millones recaudados ni al peso de su elenco, sino al nivel de aprobación de los fans, porque esas opiniones pueden matar o salvar a una cinta hoy en dia.

En el caso de películas basadas en personajes de historietas o libros, esto adquiere un peso especialmente severo, ya que el personaje en cuestión puede tener miles o millones de seguidores que se conocen las hitorias de memoria y se vuelven verdaderamente locos cuando su personaje favorito es representado de una manera diferente a la que están acostumbrados. Basta con preguntarle a los fans de Ghost Rider si disfrutaron la cinta con Nicolas Cage consumiendo dulces en lugar de alcohol. Estas cintas son adaptaciones, y como tales deben ser vistas con ojos un poco diferentes. Iron Man no es la excpeción.

Ya no comienza la historia en Vietnam (como en el cómic original), sino que ha sido actualizada para ocurrir en medio oriente, con la amenaza de terroritas radicales, un enemigo mucho más familiar y amenazante en el mundo de hoy. Desde ahí en adelante el resto de la historia es una buena escena de acción tras otra y unos personajes agradables interpretados por actores carismáticos. Muchos se oponían en un principio a que Robert Downey Jr. interpretara al billonario Tony Stark, pues decían que era un actor extinguido, con un pasado de drogadicción y muy pocos trabajos en memoria reciente que valieran la pena. Por otra parte, el resto de los fans aseguraban que Downey era el actor ideal para el papel precisamente gracias a su no tan ilustre pasado con las sustancias ilegales, ya que el personaje de Stark también tiene cierto problema con las bebidas alcohólicas en su versión impresa (el director ha indicado que esa adicción se vería reflejada en la segunda parte).

Cualquiera sea la razón, su pasado, su talento, su carisma o su sueldo, Downey ha dado vida a un héroe afable, bonachón y simpático por quien dan ganas de hacer barra. Su elenco de amigos está bien nutrido por un grupo de talentosos jóvenes (y no tan jóvenes) actores con amplia experiencia en lo de crear personajes interesantes. Sumado a esto la pericia de Favreau para ver lo que no existe y contar una historia simple pero entretenida, y un presupuesto generoso para detallar bien los efectos especiales, yo califico a Iron Man como una película entretenida que vale la pena ver, sobre todo porque podría ser el inicio de una franquicia exitosa llena de historias interesantes. Yo disfruté tanto con esta cinta, que espero impaciente la segunda parte.

Sólo espero que los autos deportivos tengan más minutos en pantalla la próxima vez.

Lobo.

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