martes, 8 de febrero de 2011

Black Swan (2010)


Creo que la primera vez que la vi era una pobre huérfana con ganas de vengar la muerte de su hermano pequeño; le pide a su inesperado salvador que la entrene en el difícil arte de la "limpieza" (asesina a sueldo) y sin quererlo termina salvando el alma del frio matón que la acoge. En una entrevista de la edición especial de Leon: The Professional Natalie Portman cuenta como sus padres no tuvieron tantos problemas con dejarla interpretar a la no-tan-inocente Mathilda porque ya desde pequeña ella tenía claro su futuro: quería ser actriz.

En Black Swan creo que ella alcanzó un nivel de madurez actoral que ya muchas jóvenes desearían, y es que el rango del personaje es inmenso: de niña mimada e inocente a diva obsesionada, pasando por la rebeldía y los miedos de una ballerina que sueña con ser grande entre las grandes.

Ese sueño la lleva a ganar el papel más deseado por todas las bailarinas de su compañía, la Princesa Cisne, y entre celos, presiones y obsesiones la perfeccionista Nina descubre que el camino a la fama es mucho más tortuoso de lo esperado. El thriller psicológico me recordó por un momento a Perfect Blue por su mezcla entre lo real, lo irreal y lo surreal, cuando no sabemos si lo que ve Nina está en su cabeza o en el oscuro mundo artístico que la rodea, y un poco de investigación en http://www.imdb.com/ nos dice que Aranofsky compró los derechos de esa película japonesa para poder copiar una escena en el baño. A mitad de la película todo el tema de las realidades distorsionadas queda resuelto y sólo hay que esperar a ver el desenlace que ya se ve reflejado en los espejos desde un principio.

Por supuesto la Portman no podría llevar todo el peso de la película sola y por eso está muy bien acompañada por una exquisita Mila Kunis y un muy maldito Vincent Cassel (no lo veía desde Eastern Promises); la madre de Nina es interpretada por una talentosa Barbara Hershey, a quien yo nunca había visto. Ahora me queda esperar la comedia Your Highness para reirme un rato con Natalie.

Black Swan no es una película para todos, pero sí es una película para los que gustan de sus cintas bien contadas, sin escenas desperdiciadas y con el metraje exacto para contar lo que se desea, sin pérdidas de tiempo en desarrollos superfluos. La disfruté mucho casi sin saber de que se trataba, y esas sorpresas son siempre bienvenidas.

Lobo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola!! por aca saluda tu alumna geek del tronwell :P, me gustó tu reseña, lejos una de las mejores peliculas que he visto..en un año. natalie portman ha sido excelente actriz desde sus primeras películas, no hay duda que se merece todos los premios y en esta..mantiene la atencion de principio a fin, fantastica película. no te olvides de ver 127 horas y me cuentas si te gustó.

saludos!! atte Ximena :D