viernes, 25 de febrero de 2011

Sink the Bismarck! (1960)

La Segunda Guerra Mundial ha sido la inspiración de tantas películas que es imposible llevar la cuenta. Incluso ahora, a más de 50 años del fin del conflicto seguimos viendo producciones como The Pacific que relatan algunas de las tantas historias que se escribieron entre 1938 y 1945.

Sink the Bismarck! es una de ellas, y es una historia real. Los documentos y grabaciones que relatan la famosa orden del entonces Primer Ministro Winston Churchill fueron la inspiración para un libro (Los Últimos Nueve Días del Bismarck) que a su vez fue la inspiración para esta cinta que, si bien no es completamente fiel a los libros de historia, sí representa los hechos de manera realista y creíble.

Por el año 1960 la Real Flota Británica ya había retirado la mayoría de sus buques de guerra más viejos y en el proceso los productores de la película lograron conseguir el apoyo del Almirantazgo para usar un par de viejas naves como sets de filmación; todo ese apoyo ayuda a que la cinta se mueva dentro de varios frentes muy variados y realistas que hoy en día significarían costosas reconstrucciones. Podemos ver el cuartel de operaciones en Londres, algunas de las distintas naves que participaron en la operación Rheinübung y el puente del Bismarck donde el "villano", el Almirante Lütjens, amenza al mundo con "el buque de guerra más poderoso jamás construído". Esta debe ser la mayor falencia de la cinta, pues en su necesidad de crear a un Nazi malvado para servir de antagonista simplemente vilificaron la imagen real de un hombre que se oponía al exterminio racial y que en realidad no confiaba en la supuesta superioridad del acorazado alemán.

A pesar de ese detalle ficticio (junto con la inclusión de un Capitán Shepard, también ficticio), la historia no deja de ser interesante y la tensión se siente a la manera clásica de las antiguas películas de guerra. Me gusta la historia y el cine en blanco y negro así es que aproveché la oportunidad de verla y quedé felizmente satisfecho por una película sin fines propagandísticos que simplemente intentaba entretener con una lección de historia.

Lobo.

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