miércoles, 2 de noviembre de 2011

Kari-gurashi no Arietti (2010)


El mantra dice que "si viene del estudio Ghibli, entonces debe ser bueno"y al fin me tomé el tiempo para ver esta película. La pequeña Arrietty (así se escribe en la versión española) lleva una vida común y corriente junto a sus padres: le gustan las flores y plantas, tiene su propio jardín y ayuda a su mamá en los deberes de la casa; su padre se encarga de salir a buscar todo lo necesario para sobrevivir. Una vida normal para la familia Clock; lo que los hace especiales es que miden apenas 10 centímetros de altura.

Basada en la mundialmente adorada novela "The Borrowers" (Los Incursores) de Mary Norton, es la historia de una familia que subsiste tomando prestadas cosas del mundo humano, cosas que sus dueños no van a extrañar por estar botadas o abandonadas pero que para estos diminutos seres son elementos vitales como un alfiler o un pedazo de pan. Por supuesto, su pequeño tamaño los deja indefensos ante nosotros (los humanos) así es que tienen por regla jamás dejarse ver y por eso viven debajo del techo y entre las paredes de una casa de campo.

El casual encuentro entre Arrietty y Sho, un niño humano, desencadena una serie de problemas que cambiará la vida de la familia Clock para siempre. Ese es el viaje emocional que Ghibli nos invita a ver en esta ocasión, lleno de toda la magia que uno acostumbra a ver en sus películas, aunque sin los elementos místicos de casi todas sus entregas anteriores. Esta vez la música delicada y la animación detallada son el escenario para una historia casi-de-amor entre nuestros protagonistas.

Simplemente hay que verla porque está basada en un clásico de la literatura infantil, porque fue la película más vista en Japón el 2010, porque es apta para todo público, porque los críticos la adoran o porque es del estudio Ghibli. Elige una.

Lobo.

PD: esperando ahora con ansias Kokuriko-Zaka Kara y la nueva Porco Rosso.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Hanna (2010)

No sé ustedes, pero a mi me encanta cuando un director européo casi desconocido logra contratar a un par de buenos actores famosos para hacer una cinta casi independiente que puede pasar totalmente inadvertida por las carteleras o las ceremonias de premiaciones, pero que se queda en la retina del afortunado cinéfilo que por esas cosas del destino logra verla.

Ese es el caso de Hanna, una cinta que toma elementos ya conocidos pero los presenta con una serie de actuaciones viscerales y totalmente crudas. Desde los experimentos secretos de gobierno hasta la chica entrenada para ser una asesina, pasando por el matón experto en realizar el trabajo sucio que la CIA no puede hacer y no dejando de lado al personaje bizarro que tiene una aparición breve pero memorable, la cinta está llena de cada cliché conocido en el cine de acción, pero (para sorpresa mia) ¡funciona!

Pero cuidado: no funciona porque la trama sea tan interesante ni la acción tan novedosa, sino porque los personajes son brillantes y las actuaciones de Eric Bana y Cate Blanchett son perfectas, aunque claramente el mayor logro es de la actriz titular Saoirse Ronan, en el papel de Hanna. Es imposible no quedar hipnotizado por sus ojos celestes y su mirada fria, ni quedar extrañado por la mezcla de acentos e idiomas que logra dominar. Fascinante.

El punto final se lo dedico a la música, compuesta por The Chemical Brothers especialmente para la película. Es directa, es parte de la trama (Hanna desea conocer la música) y en una escena en particular se entrelaza con las imágenes de personas haciendo ruido en la calle. Es simplemente perfecta.

La recomiendo a todo mundo, incluso si no te gusta el cine de acción: mírala por las actuaciones, por la fotografía impresionante o por la música vertiginosa.

Lobo.

sábado, 20 de agosto de 2011

Source Code (2011)

Al señor Philip K. Dick hoy en día lo recordamos principalmente gracias a la gran cantidad de películas que se han basado en sus escritos. Source Code se suma a esa larga lista.

Esta vez tenemos a un soldado (Jake Gyllenhaal) cumpliendo órdenes en un programa experimental del ejército: su misión no es detener al terrorista que ha plantado una bomba en un tren, sino sólo encontrarlo. No puede detenerlo porque la bomba ya explotó, el tren ya descarriló y las víctimas están todas muertas. Su misión es revivir una y otra vez el atentado, como en un sueño, tratando de encontrar al criminal. En su viaje lo acompaña Christina (Michelle Monaghan) y aunque ella no tiene idea de lo que está sucediendo, también forma parte de todo este "plan" para salvar vidas.

Es una historia dramática ambientada en un universo de ciencia ficción donde "nada es lo que parece" y el final inesperado es tan bizarro que el cierre de la película es perfecto para toda esa ambientación.

Recomendada para los amantes del trabajo de Dick, aunque ni siquiera sepan que han visto sus historias convertidas en películas.

Lobo.

martes, 19 de julio de 2011

True Crime (1999)

A veces es divertido encontrarse con una película totalmente desconocida, sobre todo si se trata de una obra protagonizada y dirigida por uno de los más grandes entre los grandes. Así es que aprovechando el tributo a Clint Eastwood en Rango, permítanme hablarles acerca de True Crime.

Es una cinta basada en un libro y eso es todo lo que necesitan saber. O sea, el ritmo de toda la historia y la predictibilidad del final son tan obvios que el verdadero y único placer de ver esta película es averiguar cómo va a lograr Everett que le perdonen la vida al reo sentenciado injustamente a morir (por inyección letal) a sólo horas de que lo ejecuten.

La historia de este periodista mujeriego, alcohólico rehabilitado y enemigo de varios políticos es triste, dura y fácil de seguir; quizás por eso no me convencieron las pocas escenas dramáticas que tiene Clint, ya que su especialidad es ser el hombre duro y cínico.

De todos modos la película no es mala (la música sí); el mayor mérito es ver las escenas conmovedoras de un excelente Isaiah Washington, quien interpreta al reo a punto de morir; es una pena que ese buen actor haya desaparecido en el anonimato de los papeles secundarios de la televisión. Sólo por ver sus escenas, yo recomiendo esta película.

Lobo.

jueves, 14 de julio de 2011

Rango (2011)

Por lo visto los grandes estudios le pegaron a Nickelodeon y a Industrial Light & Magic una mala costumbre: hacer una película con un estilo y promocionarla con otro que sea más popular. Rango tenía toda la apariencia de ser una comedia animada para niños, cuando en realidad es un western, una película del lejano oeste, con una trama y un nivel de diálogo que definitivamente no son para niños pequeños. Claro, el sentido del humor sigue ahí, pero tampoco es lo que uno espera.

Todo eso lo aclaro para decir lo siguiente: quedé muy gratamente sorprendido con esta aventura compleja que rinde tributo a todos los western clásicos, con personajes que claramente se parecen a los estereotipos más reconocibles de todas esas cintas de los famosos spaghetti western, como el villano que guarda un misterioso parecido con Lee Van Cleef.

Rango es la historia de un camaleón que busca su lugar en el mundo y lo encuentra en el más inesperado de los lugares, un desolado pueblo en medio del desierto. A partir de ahí el "forastero" se convierte en sheriff y en héroe para sacar de la desesperación a la sufrida gente del pueblo. Pero el camino no es fácil, pues tendrá que lidiar con los "villanos" que intentarán apoderarse de la riqueza de la gente. Es una trama clásica de western, con sus momentos tristes y sus tiroteos, pero que además agrega un elemento de humor negro que sorprende a cada rato.

Los personajes tienen un estilo increíble, con un diseño que se sale de toda norma "infantil", ya que son feos, sucios, peludos y simplemente grotescos, pero claramente el personaje titular sobresale por encima de todos: Rango es Johnny Depp, y Johnny Depp es Rango. Multifacético, con una variada calidad actoral y deliciosamente impredecible. Vean la película en inglés para reir con los acentos y modismos de estos personajes geniales. Es una película más que recomendada.

Lobo.

sábado, 9 de julio de 2011

Transformers: Dark of the Moon (2011)

Robots inteligentes peleando para proteger o destruir nuestro mundo; un chico que está buscando su lugar en la vida; una modelo capaz de ser sexy y estilosa a la vez; un director que al fin aprendió a dejar quieto el encuadre; una película de Transformers que pone fin a la trilogía.


Este capítulo final en la saga dura más de dos horas y con la ayuda del 3D logra ser entretenida y visualmente impresionante; según uno de mis profesores ahora me tendré que comprar retinas nuevas... Aunque es por supuesto tan predecible como merece ser una producción hecha en base a una línea de juguetes japoneses.

Entre la acción de los robots y el humor de los humanos la película es muy entretenida, si dejamos de lado todos los errores internos e incongruencias con la trama de la primera película (¿la verdadera razón porque Megatron vino a la tierra?) y pasa a ser así, tal vez, la mejor de las tres entregas.


No hay mucho que hablar de ella, sólo hay que verla, pero de preferencia en inglés original para escuchar la voz profunda y serena de Leonard Nimoy, como el antiguo líder Sentinel Prime, un hombre que ya tiene experiencia en ese universo, pues fue la voz de Galvatron en la película animada de 1986.

Sólo para fans de la saga y de los efectos especiales.

Lobo.

lunes, 27 de junio de 2011

Sucker Punch (2011)

No conocía este cómic, así es que nunca lo leí, pero esta película me dejó con todas las ganas de hacerlo... hasta que sí vi la película.

Y es que lamentablemente el señor Snyder tiene un talento innegable para traspasar las páginas de una novela gráfica a la pantalla grande sin dejar de lado detalle alguno; el problema es que con eso ya no es necesario leer la obra original, porque ya no quedan elementos sorpresa para recompensar al lector. Está todo en la película.

La cinta es un verdadero viaje mental, con imágenes surreales, efectos visuales impresionantes y un estilo gráfico digno del trabajo de Snyder. Lamentablemente la historia es tan ténue y su trama tan simple que no hay desafío alguno al querer disfrutarla, mucho menos entenderla. Así, su gran mérito es indudablemente la imagen en si misma, con todos sus mundos y criaturas imposibles.

La protagonista es Baby Doll (Emily Browning), quien relata y lidera toda la acción en Sucker Punch, con su look de colegiala sexy y espada de samurai, pero mi personaje favorito fue Blue (Oscar Isaac), un villano "de película". Es una cinta entretenida y visualmente absorbente que no deja mucho después de terminar, excepto la sensación de haber participado en el viaje más loco de todos.

Lobo.