jueves, 14 de octubre de 2010

Robo Geisha (2009)

Hay algo en el cine bizarro japonés que no se encuentra en otros lados; creo que es la estética, lo absurdo, ese trabajo de cámaras tan prolijo y perfecto salpicado de pésimos efectos especiales y sangre falsa... No sé. Simplemente sé que me gusta de vez en cuando sentarme a ver una cosa tan extrema y divertida como Robo Geisha, la historia de una chica que sueña con ser una maiko (aprendiz de geisha) y termina convertida en una especie de androide asesino con kimono. ¿Qué puede ser más genial que eso?

La historia tiene un par de incongruencias (de las que sólo me percaté al terminar de ver la película) pero eso no le quita lo entretenido a las secuencias de acción; los efectos a veces son baratos y las actuaciones caricaturezcas, pero la simpatía de las hermanas, lo extravagante de los personajes y los momentos de sangre falsa (gore) hacen que esta película sea pasable; quizás los trozos más flojos sean las escenas dramáticas y emocionales, ya que es difícil relacionarse con el dolor de las chicas dado lo ridículo de la trama y lo pobre de las actuaciones, exageradas como sólo los japoneses saben hacerlas.

De todos modos la puedo recomendar como una cinta para pasar el rato con los amigos, aunque no esté a la altura de los trabajos de Takashi Miike o de la saga de culto Guinea Pig; simplemente no esperen demasiado de ella cuando la vean y quedarán suficientemente satisfechos. Para quienes nunca hayan visto una de estas películas este podría ser el comienzo de una bella amistad con el cine bizarro japonés, un género aparte por derecho propio.

Lobo.

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