domingo, 26 de julio de 2009

Gake no Ue no Ponyo (2008)


Existen nombres que uno asocia a la grandeza del cine. Ciertos directores que no necesitan mayor promoción, de quienes me atrevo a ver sus películas ciegamente, porque sé que no me van a desilusionar. Hayao Miyazaki es uno de ellos. Todavía no ha realizado una cinta que no me guste.

Sentados en la sala de mi casa, con la compañía de una buena amiga y un montón de palomitas (rosetas) de maíz, nos propusimos ver Gake no Ue no Ponyo (algo así como "Ponyo en el acantilado"). Como era de esperarse, fue una hora y cuarenta minutos de pura magia y belleza, de aquella que sólo puede venir del estudio Ghibli. Por supuesto, hay que ser amigo del mundo animado y un seguidor de los cuentos de hada para poder disfrutar este viaje; es sólo para aquellos que son niños por dentro o por fuera y que no han perdido la capacidad de soñar.

Ponyo es una sirena con forma de pez dorado que sueña con ser humana. Su deseo crea un caos en el perfecto mundo marino y sus nuevos amigos terrestres sólo logran inspirarla aún más a convertirse en una niña, a pesar de los sacrificios que eso signifique. El viaje está lleno de escenas impresionantemente animadas, llenas de detalles exquisitos con ese sello visual que sólo el señor Miyazaki puede lograr: Ponyo corriendo sobre las olas gigantes, la aparición de su madre, el mundo submarino, todo es un deleite visual que se queda en la memoria del espectador.

Gracias a la alianza entre Disney y Ghibli, esta película debería recibir un poco más de atención en el mundo occidental, así es que no sólo los más fanáticos podrán verla.

Quizás suene como una reseña poco imparcial, pero para mi es una película del estudio Ghibli, y sólo por eso merece ser vista. Soñar con mundos mágicos nunca pasará de moda.

Lobo.

2 comentarios:

[Chaosyears] dijo...

El estudio siempre me impresiona con sus películas...
para todos los gustos...

Lobo dijo...

Cada día me faltan menos y menos películas de Ghibli para completar la colección =D

Lobo.