Otro caso basado en hechos totalmente reales, la historia de Jack Abramoff, el negociador de políticas que dejó al Capitolio patas arriba cuando cayó en una espiral de corrupción el 2006.
El trabajo del lobbyist es influenciar los votos de los políticos a favor o en contra de distintas causas, aceptando dinero a cambio y dando toda clase de regalos a estos políticos; ¿quién paga por todo esto? los mismos empresarios que necesitan esos votos a favor o en contra. Suena como una especie de soborno pero es algo completamente legal en los Estados Unidos; de hecho, el lobbyist vive de las ganancias que salen de estos dineros.
El problema en este caso fue que estos dineros alimentaron la avaricia del señor Abramoff y la escalada de mentiras, estafas y sobornos para obtener cada vez más terminaron en fraude y conspiración que no sólo le dieron 6 años de cárcel a Abramoff, sino a varios de sus asociados y a un par de congresistas.
Casino Jack es una cinta divertida y con buen ritmo, con un Kevin Spacey impecable y una historia real decorada con un poco de ficción creíble. Lo que más me extraña es la poca notoriedad que recibió la película a pesar de (¿o debido a?) tocar un tema tan delicado como es la corrupción dentro de los poderes del Estado. En cualquier caso hay que verla porque es uno de esos casos que hay que ver para creer.
Lobo.
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