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Cuando se es un niño creciendo sólo con televisión abierta (no existía el cable todavía en Chile) uno está obligado a ver lo poco que tiene a su disposición. Durante los años 80, esto incluía repeticiones interminables de series como "Perdidos en el Espacio", "Viaje al Fondo del Mar", "Los Angeles de Charlie" y la serie original de "Viaje a las Estrellas", la aclamada y añejada Star Trek. Como se trataba de una saturación de series antiguas, en verdad nunca las tomé muy en cuenta, pero una vez, en 1995, en Australia, tuve la suerte de encender el televisor y ver el episodio 1 de Star Trek y entonces quedé mucho más enganchado.
La nueva Star Trek es una precuela, secuela y reinicio de la saga, algo que yo al menos nunca había visto antes. Toma elementos clásicos, arroja historias conocidas y reinventa por completo una de las franquicias de cine y televisión más prolíficas de la historia. Por supuesto, estamos en el siglo XXI y la animación por computador ha reemplazado completamente a las miniaturas y los rotoscopios y el público exigente pide ahora algo que sea mucho más elaborado que en los años 60.
Por suerte para todos, el señor Abrams responde con creces y ha logrado una película que los seguidores de la serie podrán disfrutar igual que los que nunca han visto mucho del mundo creado por el gran Gene Roddenberry. Actuaciones sólidas, personajes complejos, una historia más o menos predecible y simple (para los que hemos visto antes Star Trek) y elementos visuales que dejarán satisfecho hasta al más exigente amante de la fotografía conforman uno de los más grandes estrenos del 2009.
Altamente recomendable si eres un fan de la ciencia ficción.
Lobo.
La nueva Star Trek es una precuela, secuela y reinicio de la saga, algo que yo al menos nunca había visto antes. Toma elementos clásicos, arroja historias conocidas y reinventa por completo una de las franquicias de cine y televisión más prolíficas de la historia. Por supuesto, estamos en el siglo XXI y la animación por computador ha reemplazado completamente a las miniaturas y los rotoscopios y el público exigente pide ahora algo que sea mucho más elaborado que en los años 60.
Por suerte para todos, el señor Abrams responde con creces y ha logrado una película que los seguidores de la serie podrán disfrutar igual que los que nunca han visto mucho del mundo creado por el gran Gene Roddenberry. Actuaciones sólidas, personajes complejos, una historia más o menos predecible y simple (para los que hemos visto antes Star Trek) y elementos visuales que dejarán satisfecho hasta al más exigente amante de la fotografía conforman uno de los más grandes estrenos del 2009.
Altamente recomendable si eres un fan de la ciencia ficción.
Lobo.
